En esta intervención se transformó una parte del patio que antes estaba cubierta de arena y barro, creando un espacio mucho más práctico y agradable. Se instaló un suelo firme y resistente que facilita el uso diario, evitando el polvo en verano y el lodo en días de lluvia. Además, se colocaron sumideros estratégicos para garantizar un buen drenaje y prevenir la acumulación de agua, manteniendo la zona siempre seca y segura.
El resultado es un patio más limpio, cómodo y funcional, perfecto para colocar muebles de exterior, jugar con los niños o simplemente disfrutar del aire libre sin las molestias de la humedad o el suelo irregular. Esta mejora no solo embellece el espacio, sino que también aumenta su durabilidad y hace que pueda aprovecharse durante todo el año con total comodidad.